Perdona si te llamo y me contestas, o no, y luego me arrepiento.
Perdona si te llamo cuando no debo, cuando no quiero y aún así lo intento.
Perdona si te llamo con un beso, con una sonrisa, con una caricia.
Perdona si no te llamé cuando debía y no creía.
Perdona si no te llamé ni te escuché cuando lo necesitabas, cuando me necesitabas.
Perdona si llega el día en que no te llame, ni me escuches, ni me arrepienta de nada.
Perdona si te llamo y ya es tarde o quizás sea pronto, si ya no contestas y huyes.
¿Hacia dónde? ¿Con quién? ¿Solo?
Perdona si te recuerdo que amar es otra cosa, sentirse ligero y libre.
Perdona si te llamo... AMOR.
(Inspirado en el libro de Federico Moccia)