
Nada es gratis. Sacúdete, que no te atonten. Mójate. Sabiendo que no hay escapatoria individual. Y que no harán por ti nada que tú no hagas. Sueña, que además no es de pago por visión. Y comparte tus sueños. Duda, que es de sabios dudar. Y comparte tus dudas. Ama, porque es rico amar. Y comparte tu amor con quien te apetezca. Grita, que es necesario gritar. Y gritar juntos, para que nos oigan. Rebélate, que sepan que existes. Incordia, que eso molesta. Aprende, para contestarles. Participa, que no te sientan ausente. Y sonríe, que hay muchas tristezas y soledades y hace falta el calor de un gesto amable. Y anímate, que sí: es posible lo que sueñas. Y el ánimo es tan contagioso como la desesperanza...